19:00
El grupo de teatro ("grupito" mas bien) se reúne en la academia de idiomas para hacer el último ensayo con vestuario previo a la representación. Parece que sale bien, hay un par de fallos con una canción, pero confiamos en que a la hora de la verdad no liemos las estrofas. La obra, la Ópera de los tres peniques en versión acortadísima (15 minutos) y bastante libre, a decir verdad...
20:00
Aparecen Davide y Francesco con la guitarra, para hacer lo mismo con un clásico de Eros Ramazzotti en versión bilingüe (español-italiano). Davide a la guitarra lo tiene todo claro, Francesco, sin embargo, no parece recordar la letra, de modo que se anima a recibir una pequeña ayuda de una botellica de vino. Vale, ¡a por todas! A la séptima intentona lo dejamos, ¿satisfechos con el resultado? Pues no, pero entre chistes y cachondeo hemos perdido totalmente la mínima concentración con la que partíamos y nos ha dado por cantar otras cosillas. :)
¿Qué lleva Francesco en la mano? Ah, es una copa de vino.
21:30
¡Al escenario! Abrimos la velada con el teatro. Cantamos, actuamos, hacemos un poco de playback de ópera con el que sé que impresiono a varios que, bien no estaban atentos y se perdieron el detalle de que la voz más alta no era la mía, o tal vez simplemente admiraron mi capacidad para seguir una letra alemana a tal velocidad. :)
¿Qué es eso que tiene Francesco en la mano? ¿Será tal vez...? Sí, es una copa de vino.
21:45
Empieza el concierto. Sale la primera pareja, cantan y tocan la guitarra, aplaudimos...
...y a partir de ahí, lo que viene conociéndose como "el caos". Esta vez no se avisó del concierto con mucha antelación y parece que no está muy claro quién va a actuar ni qué van a cantar, de modo que el resto del programa se compone de "relleno". Espontáneos por todos lados, cachondeo, voces desafinadas, letras murmuradas...
¿Qué hay en la mano de Francesco? Todos a coro: "¡Una copa de vino!".
23:00 (aprox)
Nos animamos a salir al escenario, ya que somos uno de los únicos elementos verdaderamente programados y sería una pena que los asistentes se perdieran nuestra gran actuación. Francesco sonríe, mucho... Lo que me mueve a ponerle en la mano una hoja con la letra, porque nunca está de más darle una ayudita a la suerte. Nada, ni por ésas... cuando termina mi parte y le toca cantar, me mira y sonríe... así que sigo cantando en italiano... parece que cae en la cuenta de que es su turno, así que... me mira y amplía aún más la sonrisa... pero no parece animarse a cantar. ¡Eh, sí! ¡Ha dicho dos palabras, da la sensación de que se va a lanzar! Oh, no... se ha concentrado en bailar y eso le impide seguir cantando. Entre Davide, a la guitarra, y yo, muerta de risa, conseguimos terminar la canción ante el cachondeo de nuestro público.
¡Estoy deseando ver el vídeo! JEJE
00:15
Hasta esta hora se alarga la velada en A-Viva, siempre es interesante lo que se puede conseguir con una guitarra, un par de personas que saben tocarla, y mucha gente con ganas de cantar... Sí, eso es, y con unas botellas de vino.
Cogemos el tranvía y nos acercamos al centro a un bar latino, para seguir la fiesta hasta "un poco" más tarde.